En 1991 hice una peregrinación con mi mujer, un amigo y dos sacerdotes a Medjugorje, en la entonces Yugoslavia. En este lugar, María se ha aparecido a varias personas desde 1981. Ya habíamos estado en este lugar de gracia cinco veces, y cada vez nos alegramos de estar allí de nuevo.

Esta vez habíamos conocido a un hombre en Medjugorje que venía de nuestra tierra y que había emprendido una peregrinación de unos 700 km a pie hasta Medjugorje con una cruz al hombro. En la ciudad de Knin, en la actual Croacia, había depositado el equipaje en la rectoría local, porque se había vuelto demasiado pesado para él. Ahora nos pidió que tomáramos la ruta por Knin en nuestro viaje de vuelta a casa, para recoger allí su equipaje y llevarlo con nosotros a Austria. Knin está a unos 200 km al noroeste de Medjugorje y no estaba lejos de la ruta que queríamos tomar de todos modos en nuestro viaje de regreso. Nos alegramos mucho de hacerlo por él.

En aquella época no había aparatos de navegación y con la ayuda de nuestro mapa elegimos la ruta para poder llegar de Medjugorje a Knin. Como los cinco habíamos estado en esta zona muchas veces antes, pensamos que podríamos encontrar la ruta correcta.

El interior de lo que entonces era Yugoslavia estaba muy poco desarrollado en cuanto a carreteras, muchas carreteras pequeñas no estaban marcadas en el mapa, ni tampoco muchas ciudades. Perdimos la orientación, buscamos y preguntamos, nos volvimos a perder y de repente acabamos en Sarajevo. Estábamos consternados. En lugar de dirigirnos al noroeste hacia Knin, nos habíamos perdido hacia el noreste. Esto fue un gran desvío. Buscamos una nueva ruta desde Sarajevo hacia el oeste para llegar a Knin. Esta vez también nos perdimos y nos encontramos muy al norte de Knin. Estábamos frustrados y ahora buscábamos la ruta que nos llevara al norte, hacia Austria. Condujimos por pequeñas carreteras secundarias y finalmente llegamos a Austria a través de un pequeño paso fronterizo.

Sólo en casa nos enteramos de que ese día había estallado la guerra entre las tropas serbias y croatas y nuestra ruta originalmente planeada, que lleva a través de Knin hacia Austria, ya estaba cerrada debido al estallido de la guerra. También en el paso fronterizo "Spielfeld" entre Austria y ahora Eslovenia, por donde queríamos entrar en un principio, los tanques ya habían llegado y ya había disparos. Como en aquella época no había teléfono móvil y la radio austriaca no se podía sintonizar en la radio del coche en lo que entonces era Yugoslavia, desconocíamos por completo los dramáticos acontecimientos bélicos. Estábamos desesperados porque nos habíamos perdido muchas veces, habíamos conducido principalmente por carreteras secundarias y ni siquiera habíamos conseguido encontrar la carretera principal en dirección a Spielfeld.

Todos los familiares se sintieron muy aliviados a nuestra llegada. Habían oído hablar del estallido de la guerra por la radio y sabían que la ruta de nuestro viaje a casa atravesaría exactamente la zona de guerra a lo largo de unos 500 kilómetros.

A posteriori, tenemos la impresión de que el cielo se encargó de que hiciéramos este desvío alrededor de la zona de Knin en un gran semicírculo alrededor de la zona de guerra cerrada, y que también evitáramos la zona de batalla alrededor de Spielfeld completamente ajenos a lo que estaba sucediendo.

Durante esta peregrinación a Medjugorje no sólo fuimos protegidos en el camino a casa. Mi esposa se curó después de 13 años de sufrir una artritis grave y extremadamente dolorosa. Lo describe en su propio testimonio (Wölfl Adelheid, " Curada de artrosis severa después de 13 años”).